jueves, 30 de junio de 2011

ALEJANDRO MAGNO


(Pella, Macedonia, 356 - 323 a. C.)  Hijo de Filipo II, rey de Macedonia, y de Olimpias, hija de Neoptolemo de Epiro, desde temprana edad fue destinado por sus padres a la misión de unificar los Estados griegos bajo la jefatura de Macedonia y a conquistar después los territorios adyacentes. Con veinte años de edad accede al trono.

Tras la revuelta nacional de Tebas y de Atenas, se impuso destruyendo a la primera y captándose hábilmente a la segunda. Por suceder a su padre como «hegemon» de la liga de Corinto, impulsó en seguida los preparativos de una gran expedición. Después de la batalla del Granico reconstruye las ciudades costeras, favoreciendo sobre todo a Sardes y Efeso; le costó más ganarse a Mileto, Halicarnaso y las ciudades del interior, bien defendidas por los satrapas.

Después de recorrer Frigia y de cortar el «nudo gordiano», lo que le anuncia el Imperio, ultima la conquista de Anatolia y vence al gran rey en Iso. Para proteger su retaguardia, evitar las intrigas en Grecia y privar a Persia de sus salidas al mar y de la flota fenicia, avanza por la costa, dejando al monarca persa tiempo para reparar sus fuerzas y organizar otras nuevas.

Toma con dificultad Tiro y Gaza y llega a Egipto: bien acogido, actúa como faraón, y funda Alejandría que abre más ampliamente el país a las influencias griegas, y recibe del oráculo de Amón la promesa del imperio universal. La batalla de Arbelas, o Gaugamelas, le abrió el acceso a las capitales, mientras Darío no era ya sino un fugitivo hacia Ecbatana.

Pasa a Babilonia, establece su gobierno en Susa, destruye Persépolis, tal vez accidentalmente, pero venera en Pasargadas la tumba de Ciro. Recorriendo las estepas de Drangiana y Aracosia, donde funda Herat y Kandahar, se adueña de Bactriana y Sogdiana, elimina a los últimos satrapas irreductibles y asesinos de Darío, funda Samarcanda y Khodjend. Superando incluso los límites del Imperio aquemenida, avanzó a través del Indokuch hasta el Indo: quería llegar a los límites del mundo conocido y las orillas del Océano Exterior.

La expedición se convierte en exploración geográfica, pero fue preciso aún escalar el famoso «roquedal de Aorno» y vencer, en una verdadera batalla, a los elefantes de Poros, rey del Pendjab, que se convirtió en vasallo del rey macedónico. Tras atravesar el Hidaspés, el Hidraota y el Hifase, se entera de que, más lejos, el Ganges vierte por fin sus aguas en el océano; pero los soldados se niegan a seguirle y tiene que emprender el regreso por la cuenca del Indo. Mientras Cratero dirige el grueso del ejército a través del Aracosia, y Nearco recorre las costas con sus naves, desde el Indo al golfo Pérsico, Alejandro retorna penosamente por la terrible Gedrosia. En Susa, en 324, la expedición llega a su fin, y al año siguiente el héroe, agotado, muere de fiebres a la edad de 33 años.

Alejandro, aislado y magnífico, solitario e incomprendido, mitad héroe y mitad hombre, se ha convertido en un mito para la posteridad. Él hizo de la civilización griega la fuente y la cuna del mundo occidental.

Luego de la guerra del Peloponeso, entre Esparta y Atenas , que duró 30 años y Atenas fue vencida, ambas ciudades quedaron en un estado decadente y debilitado. Filipo II rey de Macedonia, estado al norte de Grecia, aprovecha esta oportunidad, avanza con su poderoso ejército y se apodera de toda Grecia. Al poco tiempo es asesinado y le sucede en el trono su hijo Alejandro, llamado el Grande por sus conquistas. Alejandro era del tipo de belleza física que gustaba a los griegos. A los 13 años fue discípulo de Aristóteles, el cual le enseñó cuanto sabía sobre música, literatura, medicina y filosofía.

Desde muy joven fue arrastrado por la ambición de conquista, a tal punto que cuando veía los triunfos de su padre repetía una y otra vez "no me dejará nada para mí". A los veinte años fue dueño del trono y comenzó castigando a los responsables de la muerte de su padre, luego al mando de su ejército se dirigió al Oriente, y conquistó un vasto imperio, que comprendía: Egipto (en Africa),Asia Menor, Arabia, etc. En Egipto fundó Alejandría.(fundó más de 70 ciudades) Alejandro, luego de recorrer 19.000 Km. deseaba llegar al río Ganges, pero su ejército estaba rendido. Viendo este estado regresa a Babilonia, y realiza festejos que duran una semana. Estas fiestas no eran más que orgías desenfrenadas, en donde muchos cortesanos morían a causa de los excesos de comida y bebidas. Se dice que en un banquete llegaron a morir 42 convidados por indigestión.

Alejandro pensaba emprender nuevas hazañas pero la muerte lo sorprendió en unas de esas orgías, a la edad de 33 años. Su gran monarquía se desmembró, ya que comenzaron las luchas entre su generales, para repartirse su territorio.

Alejandro fue un amante de la cultura griega. Siempre trató de proteger la ciencia. En cada país que conquistaba mandaba a recoger especies de plantas y animales para su estudio a través de Aristóteles, a quien subvencionó para que formara una preciosa biblioteca. También confeccionó mapas de todos las zona conquistadas. Al morir fue enterrado en un cofre de oro.

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